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Educación responsable en informática

Publicado el 2025-11-09 en Software

Mi hija mayor va a cumplir pronto 7 años y le he prometido un regalo: su primer ordenador. Secretamente espero que desarrolle un interés por la informática similar al mío. No porque quiera reproducir mi infancia en ella (aunque, por supuesto, me gustaría compartir algunos de mis pasatiempos y pasiones, como cualquier padre), sino porque creo que es importante aprender cómo funcionan las computadoras y el software: eso es la alfabetización digital.

Piensa en cuán digitales son nuestras vidas hoy en día. El gobierno, la banca, las compras, los juegos, las relaciones sociales, el trabajo, las películas, los programas, los videos, la música, los ligues... todo sucede cada vez más en la red. La privacidad digital puede ser tan importante como la privacidad física, y deberías cuidarla, pero eso es difícil si no entiendes cómo funcionan los sistemas o qué alternativas existen. Además, existen amenazas en línea como estafas, phishing, virus, troyanos, malware, adware, spyware, ransomware, vulnerabilidades de seguridad y rootkits. También está el robo de identidad, la ingeniería social, las filtraciones de datos y la necesidad de herramientas como gestores de contraseñas, cortafuegos y cifrado.

Cuando yo era joven, los ordenadores eran el futuro, pero para mis hijos son el presente. ¿Cómo será su futuro? Mi bola de cristal está en el taller, pero identifico algunas tecnologías clave que probablemente darán nueva forma a nuestras sociedades:

  • La IA en sus diferentes formas.
  • La robótica.
  • Las criptomonedas.
  • La impresión 3D.
  • La Realidad Aumentada y la Realidad Virtual.
  • La energía solar/eólica, la autosuficiencia energética.

Creo que, como padres, tenemos que preparar a nuestros hijos para el mundo en el que viven y probablemente vivirán, no para el mundo en el que crecimos nosotros. Por eso investigaré, planificaré y desarrollaré formas responsables de exponer a mis hijos a estas y otras tecnologías. Considero que la informática es la base de todo lo demás, al igual que aprender matemáticas es importante para muchas otras disciplinas, por lo que es mi primer paso en este viaje.

Un poco de historia personal

Cuando tenía 4 años (casi 5), pedí a los Reyes Magos una consola Nintendo NES, porque esos videojuegos me parecían chulísimos. Sin embargo, los Reyes Magos tenían otros planes para mí y, en su lugar, me trajeron mi primer ordenador, un ZX Sinclair Spectrum+. Al principio me sentí un poco decepcionado cuando abrí mi regalo y vi que no era la consola que había pedido, sino un bloque negro con un teclado de teclas cuadradas. Mi decepción se disipó rápidamente y se convirtió en éxtasis en cuanto mi padre lo conectó al televisor y se cargó el primer juego. Me quedé enganchado.

Fidel jugando con su ZX Spectrum+

Jugué a todos los juegos que podía conseguir. Todavía puedo oír el sonido de los juegos cargándose desde el reproductor de casetes. Algunos de mis juegos favoritos de aquella época eran: Manic Miner, Jet Pac, Sacred Armor of Antiriad, Pipe Mania, Gaunglet, Arkanoid, Chuckie Egg y Thanathos, por nombrar algunos. También fue una época dorada para los videojuegos españoles, empresas como Opera Soft, Topo Soft y Dinamic crearon joyas que fueron muy populares en España y en el extranjero. Recuerdo haber jugado a La Abadía del Crimen, Abu Simbel Profanation y Fernando Martín Basket Master, entre otros. Estos juegos eran bien difíciles, lejos de la dopamina fácil de los juegos móviles modernos o de los que pagas para ganar. Mejoraron mis reflejos y mi concentración, me iniciaron con el inglés y me enseñaron a ser perseverante y no rendirme.

Pero al final los videojuegos solo fueron una puerta de entrada, y el verdadero destino que daría forma a mi vida fue la programación. Mi padre siempre ha sido un amante de la ciencia ficción. Había leído tantas novelas de ciencia ficción que sabía que los ordenadores iban a ser muy importantes en el futuro. Se había comprado un par de libros para aprender BASIC, el lenguaje de programación compatible con el ZX Spectrum (aparte del ensamblador, por supuesto), junto con el ordenador. Tenía pensado aprender él, pero en cuanto le vi teclear, me interesé, me enseñó cómo hacerlo y mi curiosidad hizo el resto. Intenté copiar los programas de ejemplo, algunos de los cuales ocupaban muchas páginas, y fue toda una revelación ver que, de alguna manera, ese texto especial le decía al ordenador qué tenía que hacer. Luego intenté hacer algunas modificaciones y me maravilló cómo cambiaba el comportamiento cuando ajustaba esta o aquella variable. No escribí ningún programa complicado (ten en cuenta que sólo tenía entre 5 y 8 años), pero la semilla ya había germinado.

Unos años más tarde, cuando quedó claro que me gustaba lo de los ordenadores, mi padre me compró mi primer PC IBM: un sensacional AMD 286 a 12 MHz con 1 MB de RAM, una unidad de disquete de 5¼ pulgadas y un disco duro de 40 MB (¡en una época en la que la mayoría de los ordenadores domésticos no tenían disco duro!). Esto me abrió un mundo nuevo de posibilidades.
Aprendí MS-DOS, mi primer sistema operativo.
Aprendí sobre AUTOEXEC.BAT y CONFIG.SYS y cómo modificarlos para arañar esos preciosos KB de RAM disponible para ejecutar mis juegos.
Aprendí a usar editores hexadecimales para hackear partidas guardadas y conseguir dinero o recursos extra.
Un día conseguí una copia de Borland Turbo C y un curso de C, y aprendí C de forma autodidacta, y más tarde algo de ensamblador x86. Mi mente de 12 años tuvo que esforzarse un poco con los condicionales, los bucles y, sobre todo, los punteros, pero al final lo entendí todo. Ya podía llamarme programador.

Con estos antecedentes, estudié Ingeniería Informática en la universidad y fui el mejor estudiante del campus. Empecé a usar Linux en 1999 y, desde 2003, lo uso en exclusiva. Conseguí un trabajo como programador en 2007, justo después de graduarme. Y en 2012 conseguí un gran trabajo en Silicon Valley, sin duda el mayor salto en mi carrera.

Fidel en su PC

No quiero terminar este viaje nostálgico sin recordar algunos de los muchos, muchos juegos a los que jugué en mi ordenador. No voy a defender que todos los juegos sean obras de arte, pero creo que son una experiencia más positiva de lo que la mayoría de los adultos piensan. Hoy en día existe la preocupación por el daño que las pantallas pueden causar a los niños, pero según mi experiencia, el problema no son las pantallas en sí, sino lo que se hace con ellas. A menudo me han elogiado por mi buen nivel de inglés, que aprendí principalmente jugando a videojuegos con un diccionario siempre a mano. También aprendí mucho de los juegos. Cuando se es niño, se adquieren conocimientos y habilidades con facilidad, y la mayoría de los juegos ofrecen contenidos educativos, acertijos o mejoran los reflejos y la motricidad fina.

En fin, aquí va una lista inevitablemente incompleta de mis juegos favoritos de la década de los 90:

  • Los juegos de aventura me enseñaron a resolver acertijos, el humor y a apreciar las narrativas, los guiones y la construcción de mundos. Títulos como Monkey Island 1 y 2, LOOM, Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Day of the Tentacle, Sam and Max Hit the Road, Legend of Kyrandia 1 y 2, Simon the Sorcerer, Space Quest 1-6, King's Quest 1-6, Discworld, Full Throttle, The Dig y muchos otros.
  • Me gustaban mucho los juegos de rol, porque también jugaba a muchos juegos de rol de mesa. La serie Eye of the Beholder, Dungeon Master 2, Ultima Underworld, Fallout 1 y 2, Anvil of Dawn, Wizardry VII, The Elder Scrolls, Dark Sun...
  • Estrategia: Civilization I y II, Colonization, Sim City, Sim City 2000, Sim Ant, Sim Earth, Master of Orion 1 y 2, Master of Magic, Star Control 2, Dune 2, Stronghold, Warcraft, Starcraft, Age of Empires, UFO Enemy Unknown, X-COM Terror from the Deep, Command & Conquer, Theme Park, Theme Hospital, The Settlers, Heroes of Might & Magic, Mad TV...
  • Puzzles: Gobliiins 2 y 3, Lemmings 1 y 2, The Incredible Machine, Chip's Challenge, Blockout, Tetris...
  • Arcade: Pac-Man, Doom 2, Duke Nukem 3D, Golden Axe, Raptor, Tyrian, Arkanoid, Descent 1 y 2, Grand Theft Auto, Pinball Fantasies, Tomb Raider, One Must Fall 2097, Cannon Fodder 1 y 2...
  • Plataformas: Bubble Bobble, Prince of Persia, Commander Keen, Rick Dangerous 2, Rayman...
  • Carreras: Lotus Turbo Challenge, WipeOut, Carmageddon, Destruction Derby, IndyCar Racing, Test Drive...
  • Deportes: Advantage Tennis, Skate or Die, Ski or Die, Summer Games, Winter Games, 4D Sports Boxing, NBA Jam, PC Futbol, FIFA 94-98, Sensible Soccer, NBA Live, NHL Hockey...
  • Simuladores de vuelo: Microsoft Flight Simulator 4 y 5, F-19 Stealth Fighter, F-15 Strike Eagle II, X-Wing, Tie Fighter, Strike Commander, Privateer 1 y 2, Comanche Maximum Overkill, Secret Weapons of the Luftwaffe...

Echando la vista atrás, creo que la clave fue pasar tiempo delante del ordenador. Si lo haces durante el tiempo suficiente, acabas aprendiendo informática.

Es como esta cita de Terry Crews:

Ve al gimnasio, ni siquiera hagas ejercicio. Solo VE. Porque el hábito de ir al gimnasio es más importante que el ejercicio. Porque no importa lo que hagas. Puedes divertirte, pero mientras te diviertas, seguirás haciéndolo.

Un ordenador adecuado

La herramienta más importante para aprender informática es, por supuesto, un ordenador. Un ordenador adecuado. ¿Qué quiero decir con adecuado? En pocas palabras, es aquel que ofrece al usuario control absoluto:

  • Instalar un sistema operativo diferente.
  • Instalar cualquier software que se desee (siempre que sea compatible con el sistema operativo y el hardware, por supuesto).
  • Reproducir cualquier tipo de archivo multimedia (otra vez, limitado sólo por el hardware).
  • Programar software sin restricciones, acceder al hardware en su totalidad.

Esta definición descarta todos los teléfonos móviles y tabletas populares, tanto Android como iOS. No por las pantallas táctiles, fíjate que eso no está entre los requisitos. La cuestión es ser amo y señor de tu propio dominio.

iOS ha sido cerrado desde el principio. Sus usuarios intercambian soberanía por comodidad. Puedes instalar las aplicaciones que Apple te permite instalar, y punto. Son dispositivos cómodos, con gran calidad, interfaces pulidas y una buena experiencia de usuario, eso no lo discuto, pero sus usuarios están a merced de Apple. La programación de aplicaciones también está restringida, ya que se necesita un ordenador Mac para programar y una cuenta de desarrollador de Apple ($99 al año) si se quiere distribuir.

Android comenzó como código abierto, con Linux como base, pero desde entonces ha sido corrompido por Google. Prácticamente todos los dispositivos Android son ahora cerrados debido a Google Play Services, un componente del sistema con acceso root (es decir, sin restricciones) que, aunque no forma parte del sistema operativo Android básico, es una dependencia necesaria para que la mayoría de las aplicaciones Android funcionen. Google también quiere obligar a los desarrolladores a registrarse.

Si aún no estás convencido, otros han argumentado mejor que yo por qué es importante tener control sobre nuestros dispositivos informáticos:

Vale, vale, entonces nada de teléfonos móviles ni tabletas. ¿Y entonces qué? ¿Son seguros los ordenadores tradicionales? En general sí, aunque también hay tendencias preocupantes en las que no quiero entrar ahora mismo. Siguen siendo el baluarte de la libertad informática, y es fundamental que lo sigan siendo.

Opciones

Hoy en día hay más opciones que nunca para comprar un ordenador, así que voy a ser muy específico con mi opinión.

Como defensor del software libre, descarté en primer lugar todos los sistemas de código cerrado. Eso significa que nada de Windows ni macOS. Creo que es importante que los niños aprendan los principios que subyacen al software libre y valoren no solo su ética, sino también su practicidad. El uso de software libre nos permite controlar nuestras vidas digitales y, a medida que esas vidas se amplían, ese control se vuelve más importante.

Alguna de las innumerables distribuciones de GNU/Linux servirá (más adelante hablaré de ello). Por tanto mi primer requisito para el hardware es que sea perfectamente compatible con Linux. Esto no es difícil hoy en día, hace 20 años era otro cantar.

Otro punto para mí es que no quiero darles un portátil a mis hijos. Prefiero un ordenador de sobremesa para que no intenten llevárselo a todas partes. Esto hará que el tiempo que pasan frente al ordenador sea más intencional y más fácil de controlar.

Para los ordenadores de sobremesa hay una amplia gama de opciones, desde torres de tamaño completo o reducido hasta mini PC y ordenadores con teclado. Sabía que quería algo pequeño y asequible para empezar, alrededor de 200€.

Mientras investigaba, el formato del ordenador dentro del teclado me hizo sentir nostalgia por mi ZX Spectrum+. Me enamoré al instante de la Raspberry Pi 400, pero deseaba un poco más de potencia. Busqué alternativas similares y encontré la Orange Pi 800, la PineTab2 y la CutiePi, Juno Tab 2 y RaspPad 3, pero ninguna me convenció por diferentes motivos. Entonces Raspberry Pi anunció la Pi 500, que parecía estupenda, salvo por la falta de compatibilidad con NVMe. Decidí esperar y mi paciencia se vio recompensada: recientemente se ha lanzado la Raspberry Pi 500+. ¡Tiene NVMe, 16 GB de RAM y un teclado mecánico!

Raspberry Pi 500+ vs. ZX Spectrum+

Próximos pasos

¡Acabo de conseguir la Raspberry Pi 500+ y estoy muy ilusionado! Estuve tentado de enseñársela a mi hija, pero voy a esperar hasta su cumpleaños. Mientras tanto la voy a preparar para que tenga la mejor primera experiencia posible, con la esperanza de que se produzca la magia.

La Raspberry Pi 500+ viene con Raspbian OS preinstalado, que es una buena opción, pero tengo que evaluarlo para las necesidades de una niña de 7 años:

  • Sin cuenta root (por ahora).
  • Sin acceso a Internet y con un filtro muy estricto más adelante.
  • Software educativo.
  • Software creativo (pintura, música, vídeo, impresión...)
  • Entornos de programación.
  • Videojuegos apropiados para su edad.

Así que mi siguiente paso es investigar distribuciones GNU/Linux aptas para niños. Espero que el requisito de compatibilidad con Raspberry Pi reduzca la búsqueda. No creo que encuentre una distribución que se ajuste perfectamente a mis requisitos, pero solo quiero encontrar una buena configuración básica.

Una de las conclusiones que he sacado de todo esto es que, dado lo entusiasmado que estoy con la idea de educar a los niños en informática, podría ser mi vocación. Estoy seguro de que a otros padres les gustaría enseñar a sus hijos a utilizar el ordenador de forma responsable, pero quizá no tengan el tiempo o los recursos necesarios. Tengo pensado documentar mis esfuerzos y crear recursos para ayudarles y guiarles; este artículo es el primer paso.

¡Mantente atento a las novedades!